Para paralizar al adversario
de un ataque de risa,
una nariz de payaso es precisa
siempre en tu vestuario.
Lleva hilo de dientes
y tiritas a montones
para arreglar vías, puentes
y alas rotas en aviones.
Corre tras los fugitivos
con unos buenos deportivos
que lleven cordones flexibles
para atarlos cuando los pilles.
Y si el malo se va por los tejados
une los muelles de tus bolis,
de un salto lograrás alcanzarlo
y entregñarselo a la poli.
Para las misiones submarinas
practica en la piscina
Si hace mucho frío fuera,
utiliza la bañera.