jueves, 22 de mayo de 2014

Querida hada madrina

La Sonatina es uno de los poemas más hermosos que conozco. Su ritmo, su dulzura, la estructura... A continuación presento un pequeño poema, imposible sin la sonatina. Más que un poema es una llamada a todas esas niñas que, sin darse cuenta, y bajo la Todopoderosa Disney y similares, quieren ser las princesas de un cuento con final feliz.


No, no y mil veces no. ¡Que no!
Que no quiero tener la boca de fresa
ni ser la princesa
que,  más aburrida que un mono,
sentadita en el trono,
espera que venga
en brioso corcel
un príncipe guapo y hermoso
a decirme palabras, palabras de amor.
¡Qué horror!

Pero sí, madrina,
sí quiero ser la princesa de la boca de rosa,
que quiere ser mariposa,
volar bajo el cielo
y tocar los luceros.
Perderme en un mar de nubes,
en un bosque de piruletas,
en un mundo de chuches.

Sí quiero ser la niña mimada
que bebe zumo de piña colada
y quiere ser periodista,
 recorrer el mundo entero junto a  un circo de artistas
(conocer la tristeza de las hermanas siamesas,
al hombre forzudo y al león domador)

Sí quiero saludar a los lirios
con estos versos de mayo
y sembrar en mi jardín
un rosal trepador, trepador como yo.
Dejaré agua y panizo a los pavos reales
y volaré a  lejanos lugares,
hermosas y sabias ciudades,
a perderme entre fados o  profundos canales.

¡Que no! Que no me busques un caballero
valeroso y sincero,
madrina querida,
que seré yo quién decida,
cuando sea mayor,
quién incendie mis labios con un beso de amor.