martes, 30 de septiembre de 2014

El ladrón de fracciones


El vestido es amarillo
bordado el canesú
en punto de panal de abeja.
Banderitas de todos los colores
festonean el trozo de cielo
que cubre el patio.
Una gran mesa en el centro
-probablemente una puerta descansa
bajo el mantel de papel-
y una tarta,
redonda, inmensa,
invierte el orden del firmamento
(una Luna llena negra
sobre un universo blanco),
los ocho trozos levemente insinuados.
¡Las velas!
Cuando María vuelve con ellas
victoriosa y jadeante
¡Oh, no!
¡Falta un trozo de la tarta!
¿Pero quién se ha llevado
uno de los ocho trozos?
¿Quién ha sido el ladrón
el ladrón de un octavo?


jueves, 22 de mayo de 2014

Querida hada madrina

La Sonatina es uno de los poemas más hermosos que conozco. Su ritmo, su dulzura, la estructura... A continuación presento un pequeño poema, imposible sin la sonatina. Más que un poema es una llamada a todas esas niñas que, sin darse cuenta, y bajo la Todopoderosa Disney y similares, quieren ser las princesas de un cuento con final feliz.


No, no y mil veces no. ¡Que no!
Que no quiero tener la boca de fresa
ni ser la princesa
que,  más aburrida que un mono,
sentadita en el trono,
espera que venga
en brioso corcel
un príncipe guapo y hermoso
a decirme palabras, palabras de amor.
¡Qué horror!

Pero sí, madrina,
sí quiero ser la princesa de la boca de rosa,
que quiere ser mariposa,
volar bajo el cielo
y tocar los luceros.
Perderme en un mar de nubes,
en un bosque de piruletas,
en un mundo de chuches.

Sí quiero ser la niña mimada
que bebe zumo de piña colada
y quiere ser periodista,
 recorrer el mundo entero junto a  un circo de artistas
(conocer la tristeza de las hermanas siamesas,
al hombre forzudo y al león domador)

Sí quiero saludar a los lirios
con estos versos de mayo
y sembrar en mi jardín
un rosal trepador, trepador como yo.
Dejaré agua y panizo a los pavos reales
y volaré a  lejanos lugares,
hermosas y sabias ciudades,
a perderme entre fados o  profundos canales.

¡Que no! Que no me busques un caballero
valeroso y sincero,
madrina querida,
que seré yo quién decida,
cuando sea mayor,
quién incendie mis labios con un beso de amor.


viernes, 25 de abril de 2014

Contando voy, contando vengo...

...por el camino, yo cuento un cuento.

Así que en la Comunidad de Aprendizaje Entre Culturas hemos hecho una especie de circuito interno de cuentos, cuatro grupos se han dividido para ir por todas las clases, de manera que toda la comunidad ha escuchado el cuento Rosa Caramelo (¿por qué la elefanta Margarita tenía que ser rosa si ella quería ser gris como los chicos que podían jugar en el barro en vez de andar con lazos y puntillas por el jardín?). Y ha sido una experiencia muy gratificante, hermosa.



martes, 22 de abril de 2014

viernes, 4 de abril de 2014

Sobre mi experiencia en la Comunidad de Aprendizaje Entre Culturas


Contar un cuento es una responsabilidad. En mi caso, una necesidad dichosa. Creo firmemente en el poder de las palabras y en el milagro de doce niños de seis años contando Garbancito. No me cabe tanto amor.


fragmento excluído de Sáfrade la tejedora

(....)

Los suspiros de sirena no son buena cosa,
cristalizan la pena
y enturbian la Luna.
A los marineros les zozobra el alma
y a las preñadas de mar
el hijo les cae de nalgas.

(...)