viernes, 17 de febrero de 2012

Cuando llega la hora del silencio
y llega el silencio.
Cuando mi casa está caliente
y afuera hace frío.
Cuando las respiraciones se acompasan
y queda algún ladrido suelto.
Entonces
lamento profundamente
no tener un dios al que rezar.


1 comentario:

  1. Hola Giulia,
    Me encanta la sencillez con la que expresas emociones intensas. Un beso desde el silencio. BdB

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