jueves, 10 de marzo de 2011

Amigas

La tortuga Felipa

se queda frita

debajo de la cama

de la abuelita.


La abuela respira fuerte

y en sus sueños

la tortuga Felipa

sueña que la mecen.


A veces la abuela reza

y se duerme rezando,

Felipa estira la cabeza

y se coloca el rosario.


Por las mañanas

Felipa

que es muy educada

y muy lista

empuja las zapatillas

hasta los pies de la abuela.

Despacio despacio llega Felipa.

Despacio despacio mete el pie la abuela.

Y se sonríen

lentamente

gozosas de conocerse.




2 comentarios:

  1. ¡Por fin!, me gusta pero algunos versos están codificados...

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  2. Me alegra tu vuelta. Tus poesías casi siempre ponen una sonrisa en mi boca.
    Un abrazo.

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